domingo, 27 de agosto de 2017

DEJÁ DE DE DAR EXPLICACIONES QUE TE “TRANQUILIZAN” Y OCUPATE



Todo comienza con sincerar conmigo y mi comunidad mi  intención , comunicarla y tener la coherencia de hacer lo que dije que iba a hacer.

Roberto arrancó diciendo:
-Están llenos de explicacione como: “Mi gerente tal cosa….”  “Se cayó el sistema” “Algo se rompió y yo no lo solté” … “y sabés qué? El problema sigue existiendo. Miran para otro lado, forman parte del problema  y ponen la responsabilidad lejos de ellos. Son tipos peligrosos. Y mientras hablo me doy cuenta que  no asumir, jamás es gratuito y tiene el costo de definirlos de  impotentes e incompetentes lejos de la acción, la anticipación y las soluciones.”
               
-Es tal cual Roberto, el protagonista en cambio, obtiene lo que contribuye a producir. Dice: Algo se rompió, y si comunico el inconveniente y solicito ayuda  formo parte de la solución.  El  costo en este caso es la responsabilidad, abriendo posibilidades de acción. El protagonista jamás acusa ni se queja.




La primera genera impotencia  mientras que con la segunda asumo el poder que está en mis competencias. Siempre puedo elegir quien quiero ser frente a un evento (ya lo dijo Epícteto: “Lo que nos perturba no son los hechos, sino como elegimos verlos”).
Extiendo mi mano y elijo hacerlo aunque el otro no lo haga. No me defino desde la actitud del otro.

Una declaración que manifieste que uno quiere cambiar debe estar sostenida con acciones, y el compromiso es lo que transforma una promesa en realidad. Es la palabra que habla con coraje de nuestras intenciones. Elijo entonces verdaderamente estar y me “apropio” responsablemente de mi trabajo.

Todo comienza con sincerar conmigo y mi comunidad mi  intención , comunicarla y tener la coherencia de hacer lo que dije que iba a hacer.

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