jueves, 27 de julio de 2017

LO QUE LA VIDA TE ARROJA EN LA CARA


En mi opinión –comenzó diciendo mi cliente- considerar a la culpa, el miedo, mis dudas e inseguridades como “aspectos a mejorar” es la receta perfecta para quedarme tal cual estoy.

Porque sin culpa no corregiría comportamientos, sin incertidumbre no cuestionaría mis acciones, y sin sentir las pérdidas ni hacer los duelos no trasciendo el dolor y sufro por sufrir. Capaz que si considero que ese escenario de stress es como una señal positiva, voy a poder llevar a cabo transformaciones importantes.
En cambio si me escapo con miedo de esas oportunidades, voy a permanecer mental y físicamente estática, viviendo esta vida mediocre que no quiero.



¿Si pudieras ponerle un nombre, cómo lo llamarías?
Resiliencia emocional . Ahora que lo pienso, le pongo a mi salud emocional mucho menos foco que a la física. Y eso es culpa mía. Te doy un ejemplo: Cuando tengo mi autoestima baja, estoy más vulnerable y todo duele más y ahí me quedo, boyando. No salgo a correr "mentalmente".

¿Y qué se interpone entre vos y la que querés ser?
Yo misma. Y si frente a esas adversidades en lugar de rumiar y quejarme le dedico un minuto a ponerme de pie responsablemente en mi hoy – como decís vos- y defino de inmediato qué acciones quiero llevar a cabo para cambiar mi mindset y alejarme del lamento, no solo que voy a sanar mis heridas del pasado sino que de inmediato estoy construyendo la que quiero ser.

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